Por María Jaramillo Alanís
Desde mi Trinchera…
El ejercicio del periodismo suele ser ingrato, pero apasionante, lleno de adrenalina, deja gastritis, pero también deja harta información que acumula la neurona, que bendito sea Dios, no se ha muerto.
Los políticos, algunos, suponen que todo lo merecen y de a “grapa”, porque creen que la ciudadanía tiene que estar informada de sus elocuentes propuestas o de sus pifias, que son más las últimas, y algunos se atreven a contratar a periodistas y al final de la jornada propagandística, nos dan el “avión” algo así como “si te vi, ni te conozco, como el diputado doble F…fanfarrón y fantoche, el petista Pepe Braña.
Pero ese es un simple ejemplo, no es el punto toral de mi pergeño, sino la visión de casi todos, de que el periodista es además de pedigüeño, corrupto, y nada más alejado de la verdad. El periodista es la correa de transmisión entre el poder y sus gobernados, esos machuchones que se construyen grandes mansiones y se embolsan el billete y no pagan el trabajo que desempeñan los periodistas que contratan para que comuniquen lo que desean decir a la población.
Los servidores públicos quieren periodistas a modo, arrastrados, focas aplaudidoras y faquires que ni coman, ni cobren porque entonces son “chayoteros” y vendidos al mejor postor.
Déjeme decirle carísimo lector, que en el periodismo hay de todo, pero los del oficio, viven de su trabajo diario, que ya los periódicos en los que laboran no pagan y, tiene por necesidad que emplearse en cinco o diez paginas digitales para completar el gasto, a otros nos han dejado solo el refugio de las redes sociales.
Y aun así hay quien se luce llamándonos “corruptos” chayoteros”, “vendidos” …y un montón de epítetos que no corresponden a nuestra realidad, en cambio, nosotros, la raza de bronce periodiquera, sí tenemos algo que nos funciona bastante bien; neuronas, y no olvidamos afrentas, de nadie, vengan de donde vengan.
Así que les digo a esos fanfarrones y fantoches, que en el camino andamos y que más temprano que tarde, encontraremos su talón de Aquiles, así sean los de la 4T…para eso somos periodistas.
Mi solidaridad con Víctor Contreras, aquí nadie se raja.
De Risa loca…
Chucho, sí Chucho, Nader Nasrallah, alcalde que hace brillar a Tampico, anda a Matacaballo montado en su cuaco el huracán, en busca de la nominación panista rumbo a la gubernatura.
Ayer estuvo en el Jardín Allende con los “empresarios” de ForTam, acá en Ciudad Victoria, y este martes sostendrá un encuentro con medios de comunicación en un salón del Paradise…pero, a Chucho no le gusta que nadie le pregunte nada. Ton’s, ¿quiere a los periodistas de mirones de palo? Ya no entiendo. Tiene muchas alfombras listas para decir lo que el “brillante” edil porteño quiera decir.
A mi por lo pronto me interesa saber como le hace para ser proveedor del gobTam a quien le vende uniformes, por ejemplo…digo, todo lo quieren peladito y en la boca.
He dicho…
Desde mi Trinchera Vietnamita más Janambre que nunca.
María Jaramillo/Desde mi Trinchera