Este jueves por la mañana, las sirenas de ataque aéreo sonaron en la ciudad de Lviv, en el oeste de Ucrania, por primera vez, además de los simulacros regulares, desde la Segunda Guerra Mundial. Como un reloj, la pintoresca ciudad se transformó de un punto de interés turístico a un lugar que se prepara para la guerra.
Incluso cuando las pantallas de televisión mostraban advertencias de un ataque inminente en el país en los últimos días, los grupos de turistas continuaron acudiendo en masa a las calles adoquinadas de la ciudad, donde la deslumbrante arquitectura de estilo barroco se extiende por kilómetros. Las misiones diplomáticas y los grupos internacionales huyeron de Kyiv a la relativa seguridad de Lviv poco después.
Pero esa burbuja estalló cuando Rusia atacó tres lugares, instalaciones militares, en la región de Lviv este jueves por la mañana.