Por: María Jaramillo Alanís
Jamás entenderé lo del moñito rosa, se tira dinero pero no se aplica en aceleradores lineales, ni en la formación de médicos oncólogos, ni en cirujanos, ni en enfermeras para que atiendan con calidez a los pacientes con cáncer.
Mucho menos que comprenderé que vistan de luces de color rosa los edificios, sigue siendo una burla-para mi- más que visibilizar el problema de salud pública que es el cáncer.
Repetiré siempre que Taty se revisaba sus senos y ganglios, iba con regularidad a hacerse sus mamografías,-tenía 34 o 35 años más menos- iba a su médico…y peor aun, cuando la mandan con Dx de cáncer en etapa cuatro, el medico cirujano desechó el diagnostico; “el radiólogo está para ayudarnos con imágenes, yo decido aquí si es cáncer o no” y no le atinó…tres meses de después de la biopsia donde el medico me aseguró que no había rastros de células cancerosas, a mi hija se le practicó una mastectomía radical, dos años después, falleció.
Si, es verdad, hay quienes con un DX catastrófico salen adelante, bendito Dios, pero a mi hija le tocó bailar con la más fea, ella que fue tan bailadora, HER 2 positivo infiltrante y falla genética… No hubo poder humano que salvará a mijita de la Sonrisa Eterna.
Me niego a usar moños rosa, prefiero colgarme la foto de mi hija para hacerles saber que ella murió por cáncer de mama metastásico y que la mayoría del personal médico y de enfermería no está capacitado para atender a los pacientes con esta enfermedad y mucho menos a sus familias.
El cáncer sigue siendo una enfermedad catastrófica y que, el Estado debe aplicar políticas públicas no solo de prevención, sino de atención integral a los pacientes y sus familias.
Taty sólo tenia 37 años… para Salud ella es una estadística fatídica que no se cuidó y nada más alejado de la realidad.
Hace ocho años se fue a la Patria Celestial y con ella se fue un pedazo de mi corazón y de mi entraña…
Así que por favor, si me ven en la calle y traen sus moñitos rosas, aléjese, se me podría subir lo Jaramillo Alanís.
En la imagen la de la Sonrisa Eterna, en nuestro sitio más precioso cuando todo empezaba…