Los resultados del ensayo clínico con el fármaco lecanemab fueron anunciados como un avance para tratar la enfermedad. Sin embargo, este no cura la enfermedad y podría provocar efectos secundarios graves en pacientes.
Los resultados de un ensayo clínico confirman que un nuevo fármaco ralentiza el deterioro cognitivo de pacientes con alzheimer, aunque este también podrían presentarse efectos secundarios graves, según se detalla en un estudio publicado este miércoles (31.11.2022) por la revista especializada New England Journal of Medicine.
Los científicos, que estudiaron a cerca de 1.800 personas durante 18 meses, confirmaron una reducción de 27% del deterioro cognitivo de pacientes que recibieron lecanemab, un medicamento desarrollado por el grupo farmacéutico japonés Eisai y el estadounidense Biogen.
Esta proporción “estadísticamente significativa” entre los dos grupos ya se había anunciado a finales de septiembre.
Efectos secundarios graves
Sin embargo, en total, 17,3% de los pacientes que recibieron este fármaco experimental sufrieron graves efectos secundarios, como por ejemplo, de hemorragias cerebrales, frente a 9% de los pacientes del grupo placebo.
Además, un 12,6% de los pacientes tratados con lecanemab sufrieron edemas cerebrales contra solo 1,7% en el grupo placebo. No obstante, la tasa global de mortalidad es casi la misma en los dos grupos (0,7% en las personas que recibieron lecanemab, 0,8% para aquellas que recibieron el placebo).
“Es el primer medicamento que ofrece una verdadera opción de tratamiento para las personas con alzheimer”, afirmó Bart De Strooper, director del Instituto británico de investigación sobre la demencia.
“Aunque los beneficios clínicos parecen algo limitados, cabe esperar que se hagan más evidentes si el fármaco se administra durante un periodo de tiempo más largo”, agregó.
Una enfermedad que afecta a millones de personas
En la enfermedad de alzheimer, dos proteínas clave -la tau y la beta-amiloide- se acumulan gradualmente de forma anormal en el cerebro, provocando la muerte de las células cerebrales y el encogimiento del cerebro, lo que provoca la pérdida de memoria y una creciente incapacidad para realizar las tareas cotidianas.
Se trata de uno de los principales problemas de salud pública, y afecta a decenas de millones de personas en todo el mundo. El nuevo fármaco apunta a los depósitos de la proteína beta amiloide, pero solo en las primeras fases de la enfermedad, lo que puede limitar su uso, ya que el alzheimer suele diagnosticarse tarde.
Otras pruebas y fármacos fallidos
Otro fármaco contra el Alzheimer de Biogen y Eisai, bautizado Aduhelm (aducanumab), había despertado ya esperanzas en 2021. Fue el primer medicamento aprobado en EE. UU. contra la enfermedad desde 2003.
Pero Aduhelm también provocó controversias ya que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) en EE. UU., fue en contra de la opinión de un panel de expertos, que había considerado que el tratamiento no había demostrado suficientemente su eficacia en los ensayos clínicos. Posteriormente, la FDA restringió su uso.
Varios laboratorios farmacéuticos, como recientemente el gigante suizo Roche, han fracasado a la hora de encontrar un tratamiento contra el Alzheimer, que sigue siendo incurable por el momento y cuyas causas y mecanismos precisos siguen sin estar claros.
JU (afp, efe)
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