Twitter, que finalmente el jueves pasado fue comprado por el magnate Elon Musk, tiene todo listo para despedir a uno de cada cuatro empleados en lo que será una primera etapa de recortes de personal.
Así lo informa el Washington Post citando a una persona con conocimiento del tema en el interior de la empresa de redes sociales.
El abogado Alex Spiro, representante legal de Elon Musk, según Washington Post, fue uno de los que participó de las decisiones, de acuerdo con lo que dice el informe.
Hasta diciembre de 2021, Twitter tenía aproximadamente 7.200 empleados, según una de sus últimas presentaciones ante la SEC.
Si se cumpliera el plan que anticipa el Washington Post, Twitter despediría a unos 1.800 empleados en la primera etapa de desvinculaciones.
Musk negó este fin de semana la veracidad de otro informe sobre empleo en Twitter, en este caso, del New York Times. En ese caso, el artículo decía que la idea de Musk era despedir una cantidad no determinada antes del 1º de noviembre para evitar el pago de acciones que vencen ese día.
Los detalles de la estrategia de Musk con los empleados, según WP.
El nuevo Twitter y su relación con los empleados
A las pocas horas de que Elon Musk se hizo cargo de Twitter el jueves 27 de octubre, despidió al CEO Parag Agrawal; a Ned Segal, el CFO; y a Vijaya Gadde, directora de Asuntos Legales y Política.
La adquisición de Elon Musk pone fin a un historial de casi nueve años de Twitter como una empresa que cotiza en Wall Street, después de que se hizo pública en noviembre de 2013.
Musk, quien era el accionista individual de Twitter más importante hasta antes de comprar, dijo en abril que pagaría la adquisición principalmente con efectivo, con parte aportada por otros inversionistas y con 13 mil millones de dólares de deuda.
Musk, que se describe a sí mismo como absolutista de la libertad de expresión, se ha comprometido a limitar la moderación del contenido a favor de la libertad de expresión.
Sin embargo, ese enfoque corre el riesgo de causar conflictos con algunos anunciantes, políticos y usuarios que preferirían una plataforma más moderada.
En un mensaje a los anunciantes de publicidad publicado en su cuenta el jueves, Musk dijo que compró la compañía para “tener una plaza pública digital común, donde se pueda debatir una amplia gama de opiniones de forma saludable”.
Dijo que Twitter “no puede convertirse en un infierno de todos contra todos, donde se puede decir cualquier cosa sin consecuencias”.
El fin de semana, General Motors decidió levantar toda la pauta de publicidad que hace en Twitter.